lunes, 23 de agosto de 2010

Sabor a mi - Capítulo 2


Pasaron los días, y las clases ya habían tomado su ritmo, como siempre Helena sorprendía a sus profesores, con esa perspicacia tan propia de ella. Pablo por su parte sufría cada vez que llegaba el laboratorio de Biología, su compañero, no le caía nada bien, siempre tenía los ojos puestos en Helena, y hacía todo tipo de cosas para llamar su atención; la había invitado a salir varias veces, pero siempre terminaban saliendo en grupo y no en pareja; cosa que a Pablo divertía en exceso. Renata por su parte seguía siendo la misma de siempre, a diferencia de su hermano y amiga, para ella el mundo seguía en la misma frecuencia.

En Octubre, el cumpleaños número 15 de los gemelos se estaba aproximando así que Renata se propuso hacer una parrillada, en su casa que gozaba de una alberca lo suficientemente grande para soportar los juegos de sus compañeros.

- Hey Helena, te vas a quedar a dormir en mi casa después de la fiesta
- Obvio, quede en ayudarte de principio a fin
- Genial, gracias amiga. Espero que el tenerte en casa ese día, alegre a Pablo, que últimamente se carga una carita que ni yo entiendo qué le pasa.
- Si yo también lo he notado un poco extraño. Tu tranquila ya encontrare la forma de alegrarlo.
- Eso espero, por su bien, porque si con su actitud echa a perder mi fiesta, me las pagará.
- Entonces, será mejor que me ponga a trabajar en su regalo.
- Está bien, te veo mañana.
- ¿Cómo a las 10?
- Si. No se te olvide mi regalo, por pensar nada más en Pablo ehhh.
- Claro que no. Ciao.

Al día siguiente Helena estaba más que lista para la fiesta de sus amigos. Y llegó justo a tiempo para ver como sus padres los felicitaban y les entregaban sus respectivos regalos.

- Hay Hel, ¿no está hermoso? – preguntó Renata a su amiga que había recibido el set más completo que había visto para sus clases de pintura.
- Claro, esta increíble.
- Ahora, el punto será trasladar todo esto a la escuela.
- Creo que en eso puedo ayudarte. Felicidades!!! – gritó entregándole su regalo
- No te creo… esta genial, y es súper original. – dijo al ver que su amiga le había obsequiado un maletín con muchos compartimientos para sus pinceles y pinturas, pero lo mejor era que toda la parte exterior del maletín, tenía impresa la imagen de "El hijo del Hombre" de Magritte.
- Qué bueno que te gustó.
- Me encanta, de verdad que te has lucido.
- Gracias, y ahora te toca a ti Pablo. Espero que te guste – y le lanzó una de sus sonrisas que le hubieran quitado el aliento a cualquiera,
- Eh gracias… - mientras recibía de manos de Helena un sobre con un moñito que decía para la persona más especial en su día especial, Pablo creyó que Helena le estaba jugando una broma hasta que observó el contenido.
- Espero que te guste.
- ¡NO INVENTES! - fue la palabra más tonta que se le ocurrió decir, cuando vio que dentro del sobre estaban 2 entradas para el concierto de uno de sus grupos favoritos: Soda Stereo. ***(leer la nota al final de capítulo)
- ¿Puedo tomar eso como un sí?
- Pero dijiste que ya no habías podido conseguirlos, porque se habían agotado.
- Pues pensé que sería mejor un regalo de cumpleaños. Y por tu expresión parece que sí lo fue. – dijo llena de satisfacción.
- Jugaste con mis sentimientos, Helena, esto no te lo perdonare tan fácil.
- Ay a ver dime que tengo que hacer para que me perdones.
- Simplemente, bailar conmigo durante toda la fiesta
- Ay qué difícil, siempre bailo contigo en todas la fiestas, ¿seguro que con eso me perdonas?
- Sí, ya ven acá a darme mi abrazo. – Helena hubiera deseado no hacerlo, cada vez que la tocaba los recuerdos de su sueño regresaban a su mente. Pero por su bien trató de mantenerse lo más calmada posible.
- Oye y ¿ya decidiste a quién vas a llevar al concierto? – dijo para terminar el abrazo.
- Pues suponiendo que tu ya tienes tu boleto, me imagino que tal vez a Renata.
- Ay no a mi no me metas en tus cuentos, a mi me gusta Soda, pero prefiero oírlos en la tranquilidad de mi estudio; mejor lleva a Hel que es obvio que prefirió donarte ambos boletos antes que privarte de oírlos en vivo.
- ¿Es en serio, Helena?
- Más o menos, sí. Es que no se tal vez querías llevar a otra persona o yo que sé, y como solo conseguí dos, pues bueno.
- Y a quién más podría llevar. Evidentemente que el otro boleto es tuyo, nadie de los que conozco se merece ese boleto más que tú.

Después de eso fueron a desayunar y a supervisar que todo estuviera listo para la llegada de sus amigos. Que fueron más que puntuales y la fiesta dio inicio.

- Recuerda que solo puedes bailar conmigo. – susurró Pablo al oído de Helena, al ver que entre los invitados estaba Aldo.
- Claro, todo sea porque me perdones – respondió con sarcasmo.
- Bueno creo que es hora de que inicies a pagar tu deuda. - y se dirigieron a la improvisada pista que habían formado algunos de los invitados.
- Encantada.
- Helena bailarías conmigo – preguntó Aldo, cuando después de un rato está fue por un poco de agua a la mesa.
- Lo siento Aldo, Helena bailará solo conmigo – alcanzó a decir Pablo que regresaba al lado de Helena.
- Uy perdón cumpleañero, no sabía que Helena era tu regalo... –
- Lo es - Y la pareja se retiro, para volver a bailar.
- Ya deja de poner esa cara de satisfacción
- No tengo ninguna cara de satisfacción, solo estoy feliz por mi cumpleaños.
- Aja sí.
- Ya anda "No seas tan cruel" - dijo coreando la canción de Soda Stereo que se escuchaba de fondo - y sigue sonriendo que me encanta cuando lo haces, y de paso admite que fue divertido, dejar a tu galán con un palmo de narices
- Bueno un poco.
- Con eso me basta.

La música siguió hasta que el último invitado se fue. Ese había sido el mejor cumpleaños para Pablo, no sabía si era por el regalo de Helena, o si era por lo que significaba ella en su vida. Por su parte Helena solo pensaba en lo bien que la había pasado, toda la tarde había bailado con Pablo y su mente nadaba de felicidad solo de pensar lo cerca que lo había tenido.
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*** En realidad SODA STEREO anunció su separación y posteriores conciertos de despedida, hasta el 1ro de Mayo de 1997, y esta parte de la historia es aun en 1996, pero se me hizo una buena idea de regalo por eso moví un poquito las fechas. 

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