martes, 31 de agosto de 2010

Sabor a mi - Capítulo 9

Cuando Helena terminaba de recibir las felicitaciones de sus amigos, reconoció una voz en el micrófono, era Pablo, que llamaba la atención de sus compañeros. Estaba sentado en un banco, con su guitarra favorita.

- Helena, creo que nunca voy a terminar de decirte cuanto te quiero. Pero una pequeña parte de todo lo que siento por ti, lo escribí en esta canción. Espero que te guste.

Adoro las cosas que me dices,
Adoro nuestros ratos felices
Adoro la forma en que sonríes,
el modo en que a veces me riñes,
adoro la seda de tus manos,
los besos que nos damos,
los adoro, vida mía.
Y me muero por tenerte junto a mí,
cerca, muy cerca de mí,
no separarme de ti;
y es que eres mi existencia, mi sentir,
eres mi luna,
eres mi sol,
eres mi noche de amor.
Adoro el brillo de tus ojos,
lo dulce que hay en tus labios rojos,
adoro la forma en que suspiras
y hasta cuando caminas yo te adoro vida mía;
yo, yo te adoro,
vida mía yo,
yo te adoro;
vida, vida mía.
Yo te adoro.***

- Gracias – y todos sus amigos le rindieron sus aplausos.
- Ay que reconocer – dijo Diego a Renata – que si tu hermano no la hace en lo que quiera estudiar, como músico tiene futuro.
- Claro, el talento le viene en los genes. – y rió junto con Diego.

La música dio inicio y todos empezaron a bailar, excepto Helena que seguía congelada, después de escuchar la hermosa canción que Pablo le había compuesto.
- Helena, ¿qué tienes, qué no te gustó la canción? – preguntó Pablo preocupado al ver que su novia tenía la cara mirando al piso. La tomó por la barbilla para verla frente a frente y sólo descubrió que sus ojos estaban llenos de lágrimas.
- Perdón – dijo tratando de contener las lágrimas que afloraban de sus bellos ojos.
- Pero porque te disculpas, si no te gustó no quiero que finjas. – con tono decepcionado
- Pablo – dijo viéndolo directamente a los ojos – ES LA CANCIÓN MÁS BELLA QUE HE ESCUCHADO, cada nota es perfecta, pero sobre todo por la letra, no tiene comparación.
- Pero no tienes porque llorar, la compuse para que te dieras cuenta de lo mucho que te quiero, no para sacarte lágrimas. – mientras rozaba la punta de su nariz con sus labios.
- Es que es tan hermosa, gracias Pablo, es el mejor obsequio que he recibido. – dijo con la mirada transformada en un brillo de felicidad que no podía contener.
- De nada mi Helena – terminó por decir y la besó tiernamente. Nada hacía más feliz a Pablo que ver a Helena radiante de alegría.



Dos meses después llegó el concierto de Soda Stereo, los dos estaban emocionados de pensar en que por primera vez escucharían a ese genial grupo, aunque fuera por última vez ya que esa era su gira de despedida.

La presentación había iniciado casi exacta, abriendo con una de las canciones favoritas de Pablo, “En la ciudad de la Furia”. Ellos no paraban de corear todas la canciones, cuando llegaban sus favoritas era como un sueño para ambos. Ya para cerrar iniciaron con los acordes de “De música ligera”, y el recinto casi se cae a pedazos. Justo cuando terminó y la banda estaba en los agradecimientos. Pablo se puso frente a Helena, dando la espalda al escenario.

- Helena, tú eras mi amor de MÚSICA LIGERA pero ahora eres más que eso, eres el amor de mi vida. TE AMO. – esta declaración tan improvisada pero tan especial para ella, la dejó sin palabras, pero sabía que tenía que responder algo. Y ya que su mente estaba al borde del colapso, dejó que su corazón hablara.
- Yo también TE AMO, Pablo. – dijo con una sonrisa que se convirtió en un profundo beso cuando Pablo la tomó por sorpresa.

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***Adoro - Armando Manzanero.

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