martes, 31 de agosto de 2010

Sabor a mi - Capítulo 10


Después de unos meses, llegó el final de clases y por tanto el final del colegio. Habían elegido ir a una de las mejores preparatorias de la zona, y también varios de sus amigos habían elegido esa opción. El padre de Aldo había sido transferido a otra zona, así que Pablo no tuvo que pensar en soportarlo en otra escuela de nuevo.


El verano lo pasaron juntos en la finca, con Renata y un amigo que había invitado. Pablo no estaba muy encantado con la idea de ver que su hermanita estaba pisando nuevos terrenos, pero no pudo poner mucha objeción ya que ella le había abierto los ojos sobre Helena. Además se trataba de uno de sus mejores amigos, Diego.

- No puedo creer que queden tres semanas para entrar a clases. Las vacaciones se han ido tan rápido.
- Si, ya lo creo – dijo Helena con la mirada perdida.
- ¿Qué tienes?, te noto distraída – mostrando preocupación en el rostro.
- Ay Pablo es que te tengo que contar algo.
- Dime
- Mi papá tiene una reunión en Londres, y nos pidió a mi madre y a mí que aprovechemos para pasar unas vacaciones por allá. Serían 2 semanas. Y no tuve opción, así que acepte. Sé que solo son dos semanas pero no sé si podré estar lejos de ti tanto tiempo. No nos hemos separado desde el verano pasado.
- Tranquila, Hel, sé que lo haces por darle gusto a tus padres. Yo también te voy a extrañar muchísimo, como no te das una idea. Te amo, y te necesito junto a mí. Pero 2 semanas se irán volando ya verás – trató de decir con convicción pero sus ojos lo traicionaban.
- Ay Pablo, no quiero dejarte, no quiero.
- Yo tampoco, quiero que te vayas, pero ya verás en cuanto regreses repondremos esas dos semanas.
- ¿De verdad?
- Si, tranquila y disfruta el viaje. Hazlo por mí, que quiero que me cuentes todos los detalles y algún día cuando vayamos juntos tú seas mi guía.
- En serio, ¿crees, que algún día podremos ir juntos?
- Claro, ya verás. Daríamos la vuelta al mundo si tú quisieras.
- Sabes que contigo iría al fin del universo.
- Eso me agrada. Bueno y ¿cuándo se van?
- Pasado mañana – dijo ocultando la cara en el pecho de su novio.
- Tan rápido – respondió Pablo mientras abrazaba a Helena tan fuerte que casi le quito el aire.
- Lo sé – y rompiendo el abrazo, levantó la cara y atrapó su boca entre sus labios, fue un besó largo, sintiendo la como sus esencias inundaban sus cuerpos. Sus lenguas a veces llegaban a tocarse y era un choque eléctrico que rápido les quitaba la respiración.
- Mi Helena, Te Amo tanto – susurró Pablo a su novia, antes de volver a atrapar su boca.

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