lunes, 18 de octubre de 2010

Sabor a mi - Capítulo 60

Al día siguiente todos los invitados, la familia Duart y Lascurain, salieron rumbo a la ciudad. Álvaro se fue esa misma tarde a New York, con la promesa de su hija de irlo a visitar pronto. Helena fue a la cita con su médico, solo para confirmar que su atraso era debido al stress.

Los días pasaron rápido y el retorno de Alfredo y Renata se había dado muy pronto. A los pocos días tuvieron que irlos a despedir pues era el momento de irse a Ginebra.

- Adiós Hermana, te voy a extrañar mucho – le dijo Helena
- Yo también, espero verte pronto.
- Ren, te deseo lo mejor, sabes lo mucho que te quiero – Pablo estaba triste, su hermana había sido un gran apoyo siempre y sobre todo en los años en que Helena no estuvo a su lado. Le debía muchas cosas en especial su felicidad.
- Gracias, hermanito, yo también te quiero mucho y recuerda que quiero que me visites junto con Hel.
- Lo haremos – respondieron los dos.
- Fred te encargo a mi hermana.
- La cuidare como a la niña de mis ojos, Helena.
- Más te vale Alfredo – agregó Pablo entre risas – aunque te advierto que a veces es muy latosa.
- Que gracioso, eres Pablo. – le reclamó Renata.
- Hija, cuídate, no olvides que cualquier cosa que necesites iremos enseguida.
- Gracias Mamá, pero estaré bien.
- No importa princesa, siempre podrás contar con nosotros.
- Lo sé. Los quiero.
- Adiós.
- Hijo cuídate, espero que puedan venir pronto – dijo Ana a su hijo.
- Yo también lo espero. Y Gracias a los dos, han sido los mejores padres del mundo. Los quiero.
- Nosotros a ti, Alfredo. Hijo mío, no podríamos quererte más.
- Adiós.

La nueva pareja de esposos, se alejó y se dirigieron a la salida de vuelos internacionales. Las dos familias se quedaron algo tristes por su partida, pero no podían evitar el ser felices pues era evidente lo mucho que se amaban.

- No te sientas mal Pablo. Ren es muy feliz al lado de Fred.
- Si, lo sé. Es algo de mellizos, creo. Desde siempre ella ha estado cerca de mí y ahora ya no más.
- Cualquier día que quieras, iremos a visitarla.
- Gracias, Hel. Te amo guapa, te amo tanto.
- Parece que la tía Lety te ha contagiado esa palabra.
- Es un adjetivo que te va de maravilla.
- Y sigues con eso.
- No voy a descansar hasta que lo aceptes.
- Te vas a cansar.
- Ya veremos, ya veremos.
- Como sea.

Las semanas pasaron y el trabajo tenía agotados a Helena y a Pablo. Desde la partida de Renata, Magdis se sentía muy sola y ellos pasaban más tiempo en casa de Pablo, pero una que otra vez él se quedaba en el departamento de Helena.

- ¿Helena?
- Sí - respondió al salir del baño.
- Hoy hablé con Guillo…
- ¿Y qué te dijo?
- Su novia le está organizando una fiesta de cumpleaños en su nuevo restaurante y nos han invitado.
- ¿Quieres ir?
- Solo si tú quieres – Helena vio cómo Pablo se había alejado de sus amigos por los rumores que alguna vez circularon de ella. Y se sentía mal por ello.
- Está bien.
- ¿De verdad?
- Sí, dime ¿cuándo es?
- Este sábado.
- Vaya, está bien. Creo que necesitaré un nuevo vestido.
- Yo te lo regalaré.
- No. Ya tú me has regalado mucho.
- No me importa, quiero darte todo lo que necesites.
- Tu eres todo lo que necesito – le dijo mientras se agachaba para besarlo lentamente. Él estaba sentado en la orilla de la cama y con sus manos en la cintura de Helena, la atrajo más.
- Me alegra saberlo – respondió cuando Helena cayó sobre él.

Pasaron juntos la noche y al otro día Pablo llevó a Helena a comprar un nuevo vestido que le lucía hermoso.

Helena tenía un poco de temor de despertar en los amigos de Pablo, nuevos cotilleos sobre su relación. Pero se tuvo que armar de valor para resistir cualquier comentario.

- ¡Guillo! – saludó Pablo a su amigo, al llegar al restaurant.
- Pablo qué bueno que viniste, te habías desaparecido por mucho tiempo.
- Lo sé, pero ya estoy aquí.
- Y debo suponer que tu desaparición es culpa de esta bella señorita.
- Si. Te presentó a mi novia Helena Lascurain
- Hola Helena, soy Guillermo Alcorta, pero todos me llaman Guillo – Guillermo era alto, un poco más ancho que Pablo y su piel era ligeramente más bronceada, sus cabellos lacios eran de color chocolate y sus ojos color miel. A la vista resultaba atractivo y tenía un aire que lo hacía ver noble.
- Mucho gusto.
- Déjame decirte que el gusto es todo mío.

Al pasar a donde estaban los demás invitados, Helena fue presa de todas las miradas. Pablo se la pasó presentándola a todos sus amigos y conocidos, ahora como su novia.

- Espera Pablo, voy a buscar a Verónica para presentarle a Helena – las mujeres seguían viendo con algo de recelo a Helena, y solo los hombres le hacían plática.
- ¿Cómo te sientes? – le preguntó Pablo
- Bien – sonrió tímidamente Helena.
- Mira Helena te presento a mi novia Verónica Gianetti
- Mucho gusto Helena – le dijo Verónica con una sonrisa sincera en el rostro. La primera que era dedicada a Helena de una mujer. Verónica era realmente guapa, era ligeramente más bajita que Helena, un poco más ancha y sus ojos chocolate resaltaban en su piel. Su cabello castaño claro tenía reflejos rubios y la hacían más blanca de lo que en realidad era. Contrario a sus facciones nobles, su carácter era muy fuerte lo que la había hecho ser respetada en su círculo de amigos. Además su acento argentino la hacía aún más especial.
- El gusto es mío, Verónica.
- Amor, sabías que Helena también vivió en Europa - le dijo Guillo para romper con el hielo.
- Vale, Helena, que interesante, yo viví 5 años en Francia. ¿Y tú?
- Viví 5 años en Alemania. – esas palabras fueron suficientes para que Helena y Verónica iniciaran una plática que parecía no tener fin.
Tanto se enfrascaron en ella, que Guillo y Pablo terminaron yendo por más bebidas y se tomaron un tiempo para platicar.

- Ya me vas a explicar ¿por qué tenía tanto que no asistías a una reunión?
- Ya te dije que fue por mis ocupaciones con la empresa.
- Además de eso, es obvio que estabas con Helena, pero debe haber algo más.
- Lo hay, pero no es algo que nos guste recordar.
- ¿Qué es?
- Cuando lleve a Helena a la fiesta de Raúl, las mujeres se encargaron de hablar mal de ella.
- Ah sí, oí algunos rumores.
- Entonces entenderás que no podía arriesgar a Helena a más cotilleos por eso decidí alejarme.
- Pablo debes saber que la que inició todos esos cotilleos fue Laura.
- Me lo imaginaba. Y pensé en reclamarle pero sé que nada ganaría.
- Sí, esa mujer esta desquiciada. No sé en donde tenías la cabeza cuando la hiciste tu novia.
- Créeme yo tampoco lo sé.
- Me alegra que Helena esté contigo de nuevo. Nunca te había visto tan feliz.
- Yo también me alegro, a su lado he vuelto a conocer la felicidad.
- Ay que cursi eres Pablo.
- Cállate – dijo entre risas.
- Nos abandonaron – le reclamó Verónica a Guillo.
- Perdón, pero no queríamos interrumpirlas. Se veían muy entretenidas
- Es que no te das una idea de lo interesante que es la novia de Pablo.
- Veo que tu sí.
- Pablo, me ha dicho Helena que cantas y compones.
- ¿Cantas? – preguntó Guillo sorprendido.
- Este…
- Perdón Pablo, no sabía que ellos desconocían eso de ti – dijo Helena apenada. Y escondida en el pecho de Pablo.
- No te preocupes, tú no tienes ninguna culpa – le susurró al oído.
- Helena dile que cante algo ahora - le exigió Verónica
- No sé si quiera.
- Anda Pablo cántale algo a tu novia – lo incitaba Guillo.
- Pero ni siquiera tengo mi guitarra
- No importa, le pediré una al grupo – dijo Verónica. Que salió disparada hacía donde se encontraba el grupo que ambientaba la fiesta.
- Listo – todos los invitados vieron cuando Verónica le entregó la guitarra a Pablo y lo miraron sorprendidos.
- Está bien – Pablo se recargó en una silla y todos le hicieron un círculo a su alrededor. Él inició con los acordes de una canción muy famosa, que todos sus amigos conocían.
-
I give her all my love That's all I do
And if you saw my love
You'd love her too
I love her

She gives me everything
And tenderly
The kiss my lover brings
She brings to me
And I love her

A love like ours
Could never die
As long as I
Have you near me
Bright are the stars that shine
Dark is the sky
I know this love of mine
Will never die
And I love her 


Con esa canción las mujeres habían descubierto lo mucho que Pablo quería a Helena y al ver a Verónica tan amable con ella, algunas le dieron una oportunidad y descubrieron lo equivocados que estaban los rumores. Rápidamente Helena se convirtió en el centro de atención de todos, los que platicaban con ella quedaban impresionados, era muy inteligente y su forma de expresarse era especial, además de su cultura y sus experiencias en el extranjero.

- Con qué esa es la razón de que Pablo haya dejado a Laura – le comentó uno de los invitados a Guillo.
- Cualquiera hubiera hecho lo mismo – respondió él.
- Si, sobre todo tratándose de Laura. Por fin a Pablo le entró la razón.
- Y qué razón. Helena es increíble, nunca había conocido una mujer que siendo tan guapa no sea una cabeza hueca.
- Ha de ser una en un millón. Además según sé su padre tiene mucho dinero, no necesita trabajar, siendo hija única lo heredará todo algún día y sin embargo eso no la ha detenido para hacerlo.
- Nunca había visto a Pablo tan clavado con alguien.
- Oh es que tú no sabes la historia.
- ¿Qué historia?
- Ellos fueron novios en la preparatoria, pero cuando Helena se fue con su padre a Alemania ellos, terminaron. Estuvieron separados 10 años.
- Vaya, ahora sí que desearía ser Pablo.
- Si mira que reencontrarse con Helena después de tanto tiempo y que una mujer así todavía te siga amando sí que es suerte.
- ¿Amando? Estás loco es lo que menos me importa, una mujer así es como un trofeo.
- Si pero su tu trofeo está loco por ti, es mejor no crees.
- Bueno eso sí.
La plática entre los amigos continuó. La fiesta acabó muy tarde y Pablo se quedó con Helena pues ella no quería que manejara estando tan desvelado. A pesar del tiempo, lo que había pasado con su madre la seguía afectando.
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And I love Her - The Beatles...


En la parte superior del blog, debajo de la sinopsis, podrán encontrar pestañas que los llevarán a conocer algunos datos de los personajes de la historia, conforme pueda iré agregando los datos de más personajes. Gracias por seguir al pendiente y no dejen de comentar, me gustaría saber la opinión de las lectoras. 

Traducción:
Yo le doy todo mi amor / Eso es lo que hago / Y si tú vieras a mi amor / También la amarías /Yo la amo
Ella me lo da todo / Con ternura / El beso que da mi amante / Me lo da a mí / Y la amo
Un amor como el nuestro / No puede morir nunca / Mientras te tenga / A mi lado
Resplandecientes son las estrellas que brillan / Oscuro está el cielo / Sé que éste amor mío / No morirá nunca
/ Y la amo

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