viernes, 22 de octubre de 2010

Sabor a mi - Capítulo 64

Los días seguían pasando y Helena seguía amando los momentos que pasaba al lado de Pablo, pues eran los más felices de su día. El trabajo muchas veces requería que pasaran muchas horas separados pero en cuanto tenían un momento no dudaban en salir juntos o simplemente pasar la tarde platicando y ella adoraba ver a Pablo tocar la guitarra, como cuando eran adolescentes. 

Pronto llegó febrero y por tanto el cumpleaños de Helena. Pablo quería prepararle algo especial, pero ese día la empresa recibiría un reconocimiento por parte del comité de empresarios del país y era obligatoria su asistencia en una cena de gala, incluso se había invitado a toda la familia Duart. A Helena no le importó, incluso le gustó más la idea de asistir a la cena pues amaba ver a Pablo comportándose como el gran heredero que era. 

- ¿Helena? 
- Hola, Pablo, ya casi estoy lista ¿Ya vienes? 
- De eso quería hablar contigo. 
- ¿Qué pasa? 
- No voy a poder llegar, acabo de salir de una reunión y apenas me va a dar tiempo de cambiarme. 
- No te preocupes me voy en mi auto. 
- No, no es necesario ya mandé por ti. No quiero que manejes esta noche. 
- Está bien. 
- El auto estará ahí a la hora que quede contigo. 
- Gracias. 
- Nos vemos en un rato. Te amo 
- Y yo a ti. 

Helena había decidió ponerse el vestido Versace, que hacía un año le había regalo Pablo en Buenos Aires. El vestido era un poco atrevido, pero no podía negar que se le veía excelente y el color hacía resaltar sus ojos. El estilista le hizo un peinado que mantenía todo su cabello sujeto y permitía ver lo estilizada de su figura y su cuello. Helena parecía una modelo, una mujer tan hermosa que le hacía honor a su nombre. 

El auto que mandó Pablo llegó a la hora exacta. Helena desconocía el lugar donde sería la cena pero el lugar a donde la había llevado el chofer no parecía nada el centro de convenciones donde sería la cena. Más bien parecía una bodega, y la calle estaba muy sola. 

- El señor Duart, la espera dentro. – le dijo el chofer cuando le abrió la puerta. 
- ¿Ahí? – y Helena señaló una puerta pequeña que había enfrente, iluminada con un foco. 
- Sí 
- Está bien – ella avanzó y al llegar a la puerta se dio cuenta que estaba abierta. Entró y una luz muy tenue iluminaba otra puerta más. Siguió caminando y cuando llegó a la siguiente puerta que también estaba abierta. 
- ¿Pablo? – preguntó con cierto temor. No sabía que esperar. 
- Hola – al decir esto, se iluminó la zona donde estaba Pablo, vestido de smoking negro y muy formal. Tenía su guitarra en las manos y estaba sentado en un banco. Empezó a tocar los acordes de una canción 
- Quizá te puedas preguntar
qué le hace falta a esta noche blanca,
a nuestras vidas que ya han vivido tanto,
que han visto mil colores de sábanas de seda.
Y cuando llueve te gusta caminar,
vas abrazándome, sin prisa, aunque te mojes.
Amor mío, lo nuestro es como es,
es toda una aventura, no le hace falta nada. 
- Y estoy aquí, tan enamorado de tí,
que la noche dura un poco más,
el grito de una ciudad que ve nuestras caras, la humedad.
Y te haré compañía más allá de la vida,
yo te juro que arriba te amaré más. 
Tan enamorados que así la noche dura un poco más 
- La mañana nos traerá un canto nuevo de pájaros alegres...
amor mio, así es la vida juntos: dos locos de repente
sonriéndole a la gente que nos ve pasar...
Tan enamorados que así la noche dura un poco más 
- Viajar a tu lado en el tren, un sueño difícil de creer...
Poco a poco el abrazo, boca a boca, despacio.
Aliento y suspiros tibios, anochecer...contigo... – al terminar el interior del recinto se iluminó por completo y Helena se dio cuenta que estaba en el interior de una joyería y los anaqueles de exhibición los rodeaban. 
- ¿Qué es todo esto? – Pablo se levantó y caminó a donde estaba Helena, se arrodilló, le tomó la mano, la vio directamente a esos ojos que lo hacían temblar – Oh por Dios. 
- Helena, eres la mujer de mi vida, la única que hace que mi corazón continúe latiendo cada día y desde que regresaste a mí, he sido el hombre más feliz del universo. Tú iluminas cualquier sendero oscuro con una simple sonrisa y haces que mi mundo se ponga de cabeza en un abrir y cerrar de ojos. Podrán pasar mil años y sé que incluso en la eternidad te seguiré amando. Sé que mi amor es muy poco a comparación de todo lo que tú me das, pero he descubierto que mi vida solo cobra sentido a tu lado. HELENA LASCURAIN BRIZ, ¿Aceptas casarte conmigo y hacerme feliz por el resto de la eternidad? – ella estaba anonadada, nunca creyó que todo ese misterio se debiera a esa gran sorpresa. Sin tardar más, ella le dio su respuesta. 
- Sí, mil veces sí. – Dijo con una gran sonrisa en el rostro. Pablo tenía en su mano un anillo hermoso, eran dos delgadas líneas de oro blanco que se entrelazaban en el centro que estaba adornado por un zafiro. Se lo colocó sin problema, pues sabía desde hace mucho tiempo la medida exacta de su dedo. 
- Te amo, Helena, mi Helena. Te juró que dedicaré cada día de mi existencia a hacerte feliz. 
- Te amo, Pablo, siempre te voy a amar – Helena y Pablo se dieron un beso y un abrazo que solo confirmaba la felicidad que tenían por dentro. 
- Ven – Pablo llevó a Helena a uno de los mostradores y la encargada de la tienda le dio una caja negra. 
- Es maravilloso – dijo al ver el brazalete que había en la caja. 
- Feliz Cumpleaños – y Pablo le extendió la caja a sus manos – espero que te guste 
- Me encanta, pero es demasiado, creí que mi regalo había sido esa bella proposición. 
- Eso ha sido más bien un regalo para mí, pero tú necesitas algo por tu cumpleaños, por favor no lo rechaces. 
- Gracias. 
- Bueno es hora de que nos vayamos, que se nos puede hacer tarde. – y salieron de la joyería. 
- ¿Puede? 
- Si, te di una hora adelantada para que llegáramos a tiempo. 
- Así que todo eso de la junta fue mentira 
- ¿Valió la pena no crees? 
- Ha sido la mejor mentira que me has dicho. 

En la radio del auto se oía una canción que Pablo, le canto al oído a Helena. 

- En palabras simples y comunes yo te extraño
En lenguaje terrenal mi vida eres tú
En total simplicidad sería yo te amo
Y en un trozo de poesía tú serás mi luz, mi bien,
el espacio donde me alimento de tu piel que es bondad
La fuerza que me mueve dentro para recomenzar
y en tu cuerpo encontrar la paz 
- Si la vida me permite al lado tuyo
crecerán mis ilusiones no lo dudo,
Y si la vida la perdiera en un instante
que me llene de ti
Para amar después de amarte, vida 
- No tengas miedos ni dudas, (que este amor es demasiado bueno)
que tú serás mi mujer (yo te pertenezco todo, entero)
Mira mi pecho, lo dejo abierto
Para que vivas en él 
- Para tu tranquilidad me tienes en tus manos
Para mi debilidad, la única eres tú
Al final tan solo sé que siempre te he esperado
Y que llegas a mi vida y tú me das la luz, el bien
ese mundo donde tus palabras hacen su voluntad
La magia de este sentimiento que es tan fuerte y total
Y tus ojos que son mi paz. 

- Gracias. 
- Me hubiera encantado escribir esa canción y que solo fuera para ti. 
- Con las que me has escrito es más que suficiente. 
- Te escribiré más, muchas más. Por cierto – dijo después de un momento – no te he dicho lo hermosa que te ves en ese vestido. 
- Gracias, fue un regalo que recibí y que había reservado para una noche especial. 
- Que buen gusto tiene el que te lo regaló. 
- Yo digo lo mismo - dijo Helena entre risas. 

Helena no soporto mas la ganas de besar a Pablo, lo hizo lentamente, al principio pero pronto su beso subió de intensidad, tuvieron que recordarse no estaban solos, pues el chofer estaba manejando. 

Al llegar al salón de eventos, los padres de Pablo ya estaba en la mesa con la familia de Guillo, solo faltaban ellos. La empresa de la familia Duart se había destacado por mantenerse durante la recesión y sobre todo por expandirse cada vez más. Fue Miguel quien aceptó el premio y con esa distracción nadie se dio cuenta del anillo que portaba Helena en su dedo. 

- ¿Cuándo les diremos a todos? – preguntó Helena cuando iban para su departamento. 
- Mañana sería una buena idea. Entre más pronto sepan, más rápido podremos iniciar los preparativos. 
- Cuanta urgencia – rió Helena 
- Muero de ganas porque todos se enteren de que eres mía y de nadie más. 
- Está bien, entonces mañana hablaré con mi padre. 
- Tengo una mejor idea. 
- ¿Cuál? 
Pablo le contó a Helena sus planes. Llegaron al departamento y aunque estaban cansados, la alegría de saber que pronto estarían unidos para siempre, los motivo a pasar una de sus mejores noches juntos. Pablo tomó la guitarra que había dejado en casa de Helena y cuando logró que ella se sentara en el sillón, le dedicó una nueva canción. 

- Yo te propongo
que nos amemos, nos entreguemos
y en el momento
que el tiempo afuera
no corra mas...
Yo te propongo
darte mi cuerpo despues de amar
y mucho abrigo
y mas que todo
despues de todo
brindarte a ti mi paz
Yo te propongo
de madrugada, si estas cansada
darte mis brazos y en un abrazo
hacerte a ti dormir.
Yo te propongo
no hablar de nada
seguir muy juntos la misma senda
y continuar, despues de amar
al amanecer,
al amanecer
Yo te propongo
darte mi cuerpo despues de amar
y mucho abrigo
y mas que todo
despues de todo
brindarte a ti mi paz
Yo te propongo
no hablar de nada
seguir muy juntos la misma senda
y continuar, despues de amar
al amanecer,

al amanecer,
al amanecer
yo te propongo...
Después de cantar se levantó y caminó hacía Helena, seguía muriendo en deseo por ella y con ese vestido, sus sentidos despertaron más. Helena también deseaba estar con él y sentirse suya siempre. 

- Mía – le decía Pablo a Helena mientras le quitaba delicadamente el vestido a Helena. 
- Siempre – respondió ella. Él seguía siendo tan tierno con ella como la primera vez, pero su experiencia demostraba que los años habían pasado. Cuando estaban juntos, el resto del mundo importaba muy poco, solo existían ellos convertidos en una misma alma. 
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Tan Enamorados - Ricardo Montaner
Yo te Amo - Chayanne
Yo te Propongo - Roberto Carlos
Queridas Lectoras, hay 2 ANUNCIOS IMPORTANTES que hacer: 
- El PRIMERO es en la sección de los gadgets les agregué algunas fotos de Helena, que es la mujer que con su evidente belleza inspiró un poco de esta historia. 
- El SEGUNDO es que con este capítulo que la historia esta por llegar a su fin, como verán no hay más que falte por resolver. Y a decir verdad me excedí al seguir escribiendo pues la historia debió terminar hace algunos capítulos.  
Gracias por seguir la historia y espero sus comentarios. Muchas gracias también a las lectoras que nos visitan desde el FictionPress.

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