viernes, 1 de octubre de 2010

Sabor a mi - Capítulo 43

- Buenas noches, distinguidos invitados. Apreciables amigos. En esta noche tan especial, no solo celebramos un año más del nacimiento de mis queridos hijos. Hay más noticias que llenan mi casa y a mi familia de alegría. La primera es que mi ahijada Helena, después de mucho tiempo de ausencia, regresa a esta bella tierra que la vio nacer. Y no sólo eso, sino que lo hace representado a una organización tan importante como lo es Naciones Unidas.

- Bravo – dijeron algunos invitados. Y esto fue seguido por más aplausos. Helena agradecía con un poco de pena a su padrino, nunca esperó que él le hiciera ese reconocimiento en frente de todas sus amistades.
- Bien. Por otro lado hay un anunció más que quiero hacer y es sobre la felicidad de uno de mis adorados hijos. Con gusto y alegría les digo a ustedes queridos amigos que una boda se avecina – Helena sintió desfallecer, la única noticia que no quería escuchar estaba a punto de salir de la boca de su padrino. Por su parte Laura estaba casi de pie para recibir los aplausos de los invitados – pues mi princesa Renata y Alfredo se casan en unos meses.

La noticia dejó helado a más de uno, incluyendo a Helena y a Laura. Los demás invitados aplaudían y celebraban la gran noticia, al parecer los rumores sobre la boda de Pablo y Laura eran solo eso, rumores.

Pablo recordó lo que había descubierto unas horas antes cuando salió a buscar a Helena.

---Flashback--- 

Cuando llegó a uno de los lugares más apartados, escuchó que alguien hablaba por teléfono y quiso alejarse pero le sorprendió que la voz que escuchaba fuera la de Laura, así que se quedó un momento.

- Sí, estoy harta de este lugar.
- Vamos, no puede ser tan malo
- Es que no te he dicho le peor.
- ¿Qué cosa?
- Que la ex-novia de Pablo, llegó de visita
- ¿Cómo? Pablo se atrevió a llevarte a su ex
- No, fue la estúpida de su hermana.
- Explícate.
- Resulta que antes de irse a Boston, Pablo anduvo con la ahijada de sus padres, la tal Helena. Y al parecer siempre fue muy amiga de Renata, con decirte que hasta dice que es su hermana.
- ¿Y es guapa?
- Esta regular, se cree mucho por tener los ojos azules y ser muy estirada, pero en realidad no es la gran cosa. Se la pasa tratando de llamar la atención de Pablo con esa sonrisa tan horrible que tiene.
- Y Pablo, ¿qué hace?
- Pues el muy idiota cae en su juego.
- ¿Y no le vas a reclamar?
- No, ya hice algo más efectivo
- ¿Qué?
- Le dije a la tal Helena que Pablo y yo estábamos comprometidos.
- Nunca te había visto tan celosa
- Es que nadie se va a interponer entre Pablo y yo.
- No sabía que lo amaras tanto
- Claro que no. Lo quiero sí y me encanta que todas me envidien por estar con alguien tan guapo, pero amarlo por dios, lo único que amo de él son sus millones en el banco.
- Vamos ni que tu familia necesitara el dinero.
- No, pero entre más mejor.
- Entonces espero que lo que le dijiste a la tal Helena esa, sirva para mantenerla alejada de Pablo al menos hasta que te pida ser su esposa.
- Ten por seguro que así será. La próxima vez que te hable seré la futura esposa de Pablo Duart de Cordona.

---Flashback--- 



Él había escuchado a la verdadera Laura, pero sobre todo había descubierto el motivo por el cual Helena lo había rechazado. Él tampoco quería a Laura así que poco le importó él que detrás de esa mujer celosa y que tantas veces lo había hecho quedar en ridículo, hubiera en realidad un ser ambicioso y manipulador que solo quería su posición social.

- ¿No nos vas a felicitar Hel? – preguntó Renata a su amiga.
- Pues claro. Renata, Alfredo no saben lo feliz que me ha hecho la noticia. Pero ¿por qué no me dijeron nada?
- Queríamos verte con esa cara – dijo Alfredo, divertido al recordar la sorpresa de Helena.
- No es justo. Si yo le hiciera eso a Renata nunca me lo perdonaría.
- Te lo perdonaría si me hicieras tu dama de honor. ¿Tú me perdonas con eso?
- Pero claro que sí, nada me haría más feliz que ser tu dama de honor.
- Gracias, Hel.

Mientras Renata, Alfredo y Helena se abrazaban, Laura estaba increíblemente enfadada. Cómo podía ser que la boda de la que hablaban todos era la de Renata y Alfredo y no la de ella con Pablo. Sin mayor explicación, de levantó de su asiento y se fue metió a la casa. Pablo no podía estar más feliz, Laura había recibido parte de su merecido por imaginar cosas que no eran pero sobre todo por engañar a Helena e interponerse en su felicidad.

Los festejados fueron llamados a la pista para que diera inicio el baile.

- Helena ¿bailarías conmigo?
- No creo que este bien, deberías de bailar con tu novia.
- Por favor, concédeme esta pieza, como regalo de cumpleaños. ¿Recuerdas que siempre bailabas conmigo en mi cumpleaños?
- Está bien, solo por ser tu cumpleaños.
- Gracias.


La música había iniciado y Pablo acercó más a Helena hacia él para poder cantarle al oído, como solían hacerlo cuando eran novios.

- Por debajo de la mesa acaricio tu rodilla
Y bebo sorbo a sorbo tu mirada angelical
Y respiro de tu boca esa flor de maravilla
Las alondras del deseo
Cantan, vuelan, viene, van

Y me muero por llevarte
Al rincón de mi guarida
En donde escondo un beso
Con matiz de una ilusión
Se nos va acabando el trago
Sin saber qué es lo que hago
Si contengo mis instintos
O jamás te dejo ir

Y es que no sabes lo que tú me haces sentir
Si tu pudieras un minuto estar en mi
Tal vez te fundirías
A esta hoguera de mi sangre
Y vivirías aquí y yo abrazado a ti
Y es que no sabes lo que tú me haces sentir

Que no hay momento que yo pueda estar sin ti
Me absorbes el espacio
Y despacio me haces tuyo
Muere el orgullo en mí
Y es que no puedo estar sin ti 
Helena iba a reclamarle la insolencia pero al escuchar la canción que siguió, la reconoció de inmediato, era una de las que había compuesto Pablo y que le había mostrado en la mañana.

- ¿Pero cómo? - preguntó, mientras bailaba con Pablo.

- Les pedí que se aprendieran esa canción para esta noche.
- Entonces tendrías que bailarla con tu novia, no conmigo.
- Helena que no lo entiendes, esa canción la escribí por ti.
- ¿Qué estás diciendo?
- La canción se llama Inolvidable porque como dice: aquello que un día nos hizo temblar de alegría, es mentira que hoy pueda olvidarse con un nuevo amor. 
- No, no puede ser. Pablo no sé porque hoy no anunciaron tu compromiso con Laura, pero entiende que eso no cambia nada, tú ya no eres para mí.
La canción terminó justo cuando Helena dijo esto, así que se separó de Pablo y se fue a la casa.
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Inolvidable - Luis Miguel
Por debajo de la Mesa - Luis Miguel

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