miércoles, 22 de septiembre de 2010

Sabor a mi - Capítulo 35

Helena se despertó esa mañana sobresaltada, su alarma la había despertado de un sueño que parecía más bien un recuerdo, ella estaba en su casa en México, cuando escuchó la guitarra del ser que más amaba en su vida. Al asomarse por la ventana, como solía hacerlo cuando Pablo le llevaba serenata, lo vio, ella bajó inmediatamente al jardín y él empezó a cantarle una canción que estaba segura jamás le cantó cuando eran novios, aunque no recordaba al Pablo que dejó, más bien soñó con el Pablo adulto, aquel que había visto hacía unos meses en el elevador. 

Nadie, como a ese ser que yo ame alguna vez,
Hoy simplemente forma parte de mí ayer,
Mas hoy yo siento sus caricias en mi piel, así. 

Nadie, con esos ojos que me miran desde lejos,
Con esa risa que entibiaba mi tristeza,
Con esa boca de ternura tan audaz, porque. 

Vuelve a mí,
Que solo y triste me quede sin ti,
Y vivo sin hallar a quien querer,
Escúchame mi amor. 

Antes de terminar la canción la abrazó muy fuerte y le cantó al oído la última estrofa de la canción. 

Vuelve a mí,


Que solo y triste me quede sin ti,


Y vivo sin hallar a quien querer,
Vuelve mi amor. 

Justo cuando ellos se iban a besar, el despertador sonó y la sacó de ese bello sueño con tintes de recuerdo. 

Después de eso tuvo que levantarse para irse al trabajo y continuar con su vida. No se podía detener por un sueño porque por hermoso que fuera solo era eso un SUEÑO. 

- Helena dice Antoine que vayas a su oficina – le dijo una de sus compañeras al llegar a la oficina. 
- Ok, ahora voy. 
- ¿Puedo pasar? 
- Pasa, siéntate por favor. – respondió Antoine Fournier. Él era francés pero había vivido en New York desde niño, era muy alto y delgado. Sus ojos eran de un negro profundo y su cabello muy oscuro, su piel era blanca. 
- ¿Y dime de qué quieres hablar? 
- Helena, desde que entraste a esta oficina a hacer tus prácticas, todos supimos que tenías un talento enorme y al paso de estos años lo has desarrollado estupendamente. Mis superiores se han dado cuenta de tu gran talento y te has ganado su respeto. Por eso no se opusieron cuando les dije que te quiero llevar conmigo a la nueva oficina que se instalará en México. 
- ¿Qué estás diciendo? 
- ¿Habías oído que se estaba pensando seriamente en mandar un comité permanente del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales? 
- Si pero con lo de la crisis creí que había quedado pendiente. 
- Pues ya ves que no. ¿Entonces aceptas mi oferta? 
- ¿Tengo que tomar la decisión ya? 
- No, tienes hasta mañana. 
- ¡Antoine! 
- Necesito tener a mi equipo formado cuando antes. Por favor no lo pienses mucho es tu gran oportunidad. 
- Está bien te daré una respuesta mañana. 

Cuando terminó sus labores en la oficina, Kate la secretaria de su padre, la llamó para decirle que su padre la esperaba para comer en uno de sus restaurantes preferidos. A Helena le sorprendió un poco pues cuando hacía algo así le avisaba casi una semana antes, sin embargo su agenda estaba libre y asistió. 

- Hola, papito. Perdona la demora. 
- No te preocupes a mí también me tocó bastante tráfico. 
- Bueno así ya no me siento tan mal. 
- Te parece si ordenamos. 
- Claro, muero de hambre. – Su padre mando llamar al mesero y pidió las cartas. Así como uno de sus vinos preferidos. 
- Papá, ¿qué festejamos? 
- ¿Por qué preguntas eso? 
- Pues desde que soy pequeña, cuando vas a festejar algo pides ese vino. 
- Ay Helena, tu suspicacia me recuerda tanto a tu madre. – dijo mirándola con una gran ternura en los ojos. - ¿De verdad no sabes qué festejamos? 
- No, dímelo por favor. 
- Hoy me llamó Antoine, diciéndome que quiere llevarte con él a México. 
- Papá, aún no tomo una decisión. Y no estoy segura de aceptar. 
- Helena el puesto para él que te quiere es muy importante. No debes dudar en aceptarlo. 
- Pero… 
- Hija, creo que llegó el momento de que dejes a este viejo y hagas tu vida. 
- Pero, ¿Qué estás diciendo papá? 
- Que hace poco me di cuenta de tu gran sacrificio, nena. Antes mi propio dolor me cegaba y eso hizo que aceptara que te fueras conmigo a Alemania. Pero ahora que ha pasado el tiempo me he dado cuenta de todo. 
- Para mí no ha sido un sacrificio, yo me fui a Alemania porque quería aprender de ti. 
- No es necesario que me mientas más. No sé en qué momento te enamoraste de tu profesión, pero estoy seguro de que no fue cuando decidiste irte a mi lado. Te doy gracias por haber estado a mi lado estos 10 años pero no puedo permitir que arruines tu vida y tu carrera por mí. 
- Estar contigo no es arruinar mi vida y bueno mi carrera la he logrado gracias a todo lo que me enseñaste. 
- Hija te conozco muy bien. Y desde que llegaste a Alemania tus ojos han estado llenos de dolor y nostalgia. Nunca más he visto ese brillo que tenías cuando vivíamos en México. Incluso después de que murió tu madre, lo seguías teniendo. Y creo que el dejar a cierto joven fue lo que te causo tanto dolor. Todo ha sido por mi culpa, si no hubiera sido tan cobarde y tan orgulloso a la vez, te hubiese obligado a irte a Harvard. Pero te necesitaba tanto. 
- Papá fui yo quien decidió irme contigo, tú no tienes ninguna culpa. No me arrepiento de no haberme ido a Harvard, ahora sé que me hubiera equivocado terriblemente estudiando esa carrera. De verdad que me apasiona mi trabajo. 
- Por eso mismo hija, debes aceptar el trabajo que te ofrece Antoine. Sé que tal vez sea muy tarde para regresar con Pablo, pero sé que regresar a México te puede hacer muy feliz. Y si eso no resultará puedes volver o quizá irte con Oliver a Francia. 
- ¿Estás hablando en serio? 
- Si, ahora que Pablo pues ya tiene en su vida a otra persona. Sé que Oliver te puede hacerte muy feliz. Helena lo importante es que te forjes tu propio destino, no qué te unas al mío. 
- Gracias, papá. No sabes cuánto aprecio todo esto que me dices, ahora podré pensar con más claridad en la respuesta que le daré a Antoine.

Después de esto Álvaro y su hija, disfrutaron de una gran comida, se sentían alegres por haberse sincerado tanto pero a la vez Helena estaba nerviosa por la decisión que tenía que tomar. Cuando salieron del restaurante dejó a su padre y fue a caminar por el Central Park, necesitaba pensar.
___________________________________________
Hoy también será doble capítulo, esperenlo a lo largo del día.
La recomendación: NADIE SIMPLEMENTE NADIE de Alejandro Fernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario