sábado, 18 de septiembre de 2010

Sabor a mi - Capítulo 30

- ¿Helena? 
- ¡Oh por dios Renata¡ 
- ¡Helena! – las dos amigas corrieron a darse un abrazo. 
- ¿Pero qué haces, aquí? 
- A mi padre le han ofrecido trabajo en UN y pues nos hemos mudado. 
- No lo puedo creer, ¿tienes mucho viviendo aquí? 
- No, a decir verdad es mi primera semana, llegamos el jueves pasado. 
- Qué suerte ha sido encontrarte. Aunque te diré que estoy algo triste, en ninguna de tus cartas me dijiste que te mudabas. 
- Ay Ren, todo se dio tan rápido que ni siquiera se me ocurrió. Sólo lo sabía Miguel, que estuvo en contacto con mi padre. 
- Bueno, no importa. De todas formas es genial el habernos encontrado. Hel tengo tantas cosas que contarte. Dime ¿Qué tienes tiempo para un café? 
- Claro, que lo tengo. 

De inmediato ambas amigas cruzaron la calle, hacia el café más cercano que tenían. Pasaron horas hablando sobre lo que había pasado en sus vidas, a pesar de que se habían escrito durante los últimos 5 años, las cartas no podían expresar todas sus experiencias. Renata le había dicho a Helena que pensaba vivir en New York después de terminar sus estudios en Brown, pero nunca le dijo que ya se había mudado. Y es que en realidad ella también llevaba poco tiempo en la Gran Manzana. 

- Ren, tengo que confesarte que en los últimos días he estado pensando en buscar a Pablo. Sé que no tengo derecho a pedirle nada, ni siquiera sé si me va a querer ver, pero ya no aguanto más quiero verlo, saber cómo ha estado y si por algún milagro me siguiera queriendo, rogarle para que se quede a mi lado. Lo extraño demasiado. 
- Ay Hel – la confesión de su amiga, le sacó las lágrimas 
- ¿Qué pasa? ¿Acaso ha cumplido la promesa que me hizo? Ren, no tienes porque ocultármelo, es algo que yo le pedí y no puedo molestarme por eso. 
- No, no es eso. Ha tratado de cumplir, pero no ha habido nada serio. Con decirte que ni siquiera me ha presentado a alguna novia oficial. Sólo he sabido de ellas por lo que a veces llegaba a contarme cuando lo visitaba en Boston. 
- ¿Entonces por qué lloras? 
- Porque lo más seguro es que Pablo te siga queriendo igual o más que antes, pero él ya no está en Estados Unidos. 
- ¿Se regresó a México? 
- No. Se ha ido a Inglaterra a hacer una maestría. 
- Ya… veo. – Helena quería morirse, justo cuando en ella nacía la esperanza de volver con Pablo, él era el que se había ido. Su destino insistía en separarlos cada vez más, ahora el estaba en Europa y ella en América. La ironía le sacó una sonrisa temblorosa que poco a poco se convirtió en llanto. 

Renata consoló a su amiga, pero pronto llegó el momento de despedirse. Intercambiaron números y direcciones, pues ahora las cosas entre ellas podrían ser como antes. Podrían haber pasado 5 años o 15 pero su amistad seguía intacta, incluso ahora parecía más fuerte.

Cuando Renata llegó a su departamento, revisó su cuenta de correo electrónico, donde había un nuevo mensaje de su hermano.




“Ren, apenas llegué a Oxford me di cuenta que no puedo pasar un segundo más sin MI HELENA, tengo que ir a buscarla a Berlín. Si es necesario rogarle para que me acepte a su lado, lo haré. No me importa si tengo que viajar cada fin de semana para verla. Ya no aguanto más. Por favor dame su dirección. Espero con ansía tu respuesta. Te quiero mucho. Pablo.” 








Ella no podía creer lo que estaba leyendo, pero a qué clase de maldición estaban atados su hermano y su amiga. Ambos se seguían amando y pensaban buscarse, pero una vez más el destino insistía en separarlos. De inmediato escribió la respuesta al mensaje de su hermano. No podía arriesgarse a que hiciera un viaje a Berlín que solo lo decepcionaría. 



“Pablo, no sé ni cómo decirte esto pero Helena ya NO vive en Berlín. Ha sido su deseo que no te dijéramos nada de ella, para que sea más fácil que puedas rehacer tu vida. Por favor hermano, ella solo desea que seas feliz. Yo también te quiero mucho. Renata.” 



Cuando Pablo leyó la respuesta de su hermana, la esperanza de volver al lado del ser que más amaba, había sido destruida totalmente. Se llenó de tristeza pero fue en ese momento cuando entendió que su destino insistía en separarlos y que lo mejor sería continuar con su vida. Trataría de olvidar a Helena. 
____________________________________________________________

Para este capítulo les recomiendo, las primeras 2 canciones del reproductor. Lo dicen todo.



Recomendación que encontraran en el reproductor:
- Como quien pierde una Estrella - Alejandro Fernandez
- Nube Viajera - Alejandro Fernandez


No se desesperen, yo sé que es muy difícil que no estén juntos, pero prometo que no será por muchos capítulos. Yo sufrí también al momento de escribir. Gracias por leer esta historia y sigan dejando sus comentarios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario