jueves, 23 de septiembre de 2010

Sabor a mi - Capítulo 37

Esa mañana en la finca Pablo se había levantado muy temprano y se había ido a montar. Desde que Helena se había ido ahora hacía esto solo o con su padre, pues Laura le tenía pavor a los caballos. En mañanas cómo esas, cálidas y con el cielo azul, le gustaba ir al árbol del arroyo. Le gustaba pasar ahí horas pensando en lo que había hecho de su vida y muchas cosas más. 

Cuando regresó uno de los caballerangos le informó que su hermana lo estaba buscando, así que se dirigió a la casa donde se suponía iba a estar. 

- Hola mamá. Hola tía. – saludó con un beso a ambas. Su tía había llegado de España, poco tiempo después de la muerte de Carolina y se convirtió en una apoyo para su madre que extrañaba mucho a su amiga. 
- Buenos días hijo. 
- ¿Han visto a Renata? Me dijo Jorge que me andaba buscando y ahora no la encuentro por ningún lado. 
- Ya la conoces – respondió su tía – aquí se la pasa yendo de un lugar a otro. 
- Lo sé. 
- Tranquilo hijo, ella está por la alberca. No tiene rato que se fue, debe de seguir ahí. 
- Genial, con lo que me gusta ir para allá. 
- Anda mejor ve. 
- Si tienes razón, luego las veo. – así Pablo salió por la puerta trasera que llevaba a esa otra parte del jardín. 
- Magdis, ¿por qué Pablo dijo eso de que no le gusta ir para allá? 
- Porque ahí se quedaba Helena con sus padres cuando venían con nosotros. 
- Ah ya veo. 
- No te preocupes espero que eso lo supere pronto. 
- ¿Crees que cuando se case con Laura, lo supere? 
- ¿Casarse? 
- Sí, que no has oído lo que dice tu servidumbre y lo que se habla en el pueblo 
- Pues es evidente que tu sí. ¿Qué dice esa gente? 
- Qué en la fiesta de cumpleaños de tus hijos, se hará el anunció del compromiso de Pablo con Laura 
- Dios me libre de ese momento, no podría aceptar que mi hijo atará su vida a una mujer así, la poca clase que tiene solo apenará a mi hijo. 
- Por dios Magdalena. ¿Qué cosas dices? 
- Hay hermana, eso quizá suene muy feo, pero por si no fuera poco que no has visto cómo lo utiliza y los reclamos que se la pasa haciéndole. 
- Pues sí, pero ninguna relación es perfecta. 
- Lo sé, pero Pablo merece algo mejor, alguien inteligente, que no lo haga pasar vergüenzas, que no lo lastime tanto con sus enojos y sobre todo que lo ame desinteresadamente. 
- Pues creo que lo que quieres es eso. – y le señaló la escena que estaba a lo lejos, en el jardín que colindaba con la alberca. 

Pablo se dirigió a regañadientes a la donde estaba Renata, estaba preguntándose por qué tanta urgencia de Renata en verlo. A pesar de todo seguía disfrutando de lo bello que esta el día, de verdad que parecía mágico era increíble ver lo azul que esta el cielo y a pesar de ser octubre las flores adornaban de una manera muy armónica el jardín. Iba concentrado en sus pensamientos cuando al irse acercando a la zona de la alberca, alcanzó a ver a una mujer que caminaba por la orilla. Era alta, esbelta y al caminar tenía ese aire de elegancia que no se veía en cualquiera; su cabello castaño era ondulado y le llegaba a media espalda. Tenía un vestido estampado con muchos círculos blancos y el fondo negro, le llegaba justo arriba de las rodillas, encima de él traía un suéter rojo bordado. La siguió observando hasta que logró ver el rostro de esa hermosa mujer, fue entontes cuando no necesitó más para que su nombre saliera de sus labios. 

- ¡Helena! 
- ¡Pablo! – él corrió hacia ella, y sentía que sus piernas no eran lo suficientemente rápidas para llegar a su lugar. Cuando lo hizo la tomó en sus brazos y la cargó cómo solía hacerlo cuando eran jóvenes. Ella respondió el abrazo con la misma emoción, se aferró a él muy fuerte cuando la levantó del piso. 
- Mi Helena, no es un sueño de verdad estás aquí – le decía mientras la cargaba. 
- Sí, Pablo, aquí estoy – respondía mientras aspiraba el olor de sus cabellos. 
- Mi Helena, mi Helena – le seguí diciendo sin parar. Ella seguía perdida en todas esas sensaciones que llenaban su corazón de profunda alegría. 

POV PABLO 

- Ella estaba aquí, podía sentirla. Estaba en mis brazos como lo había estado tantas veces hacía ya muchos años. Su fragancia invadía todos mis sentidos. No la quería soltar, mi corazón había vuelto a latir. Tenía 10 años que se había muerto y hoy había revivido solo con su presencia. 

POV HELENA 
- El sentirme de nuevo en sus brazos, me hizo sentir en casa. Mi corazón había desaparecido 10 años y hoy había vuelto a aparecer. Su aliento cálido en mi cuello y el olor de sus cabellos, despertaban mil emociones que nunca seré capaz de describir.

___________________________________________________
Por fin se llegó la hora, lamento que el capítulo haya sido tan corto, se los repongo en la próxima.
Recomendación musical del reproductor: La Playa - La oreja de Van Gogh
..................................... C. Tallis.........................................
Queridas Lectoras gracias por seguir al pendiente de la historia. Por esta semana será todo lo que publique pues no podré conectarme al blogger. Espero estar libre para el lunes o martes, haré lo posible para que se antes. Gracias y sigan atentas que a esta historia aun le queda más SABOR A MI. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario